Pedagogía Montessori: los principios fundamentales 2024.
Los principios fundamentales Montessori 2024.
En la familia intentamos aplicar los principios de la pedagogía Montessori en casa desde muy pequeño.
Este método de educación se basa en respetar los ritmos del niño y su desarrollo natural. Pero, ¿de dónde viene este nombre, Montessori? ¿Cuáles son los principios fundamentales? ¿Algún consejo para practicarlo fácilmente desde casa? Los invito a descubrir los principios fundamentales de este enfoque educativo.
Maria Montessori: una maestra adelantada a su tiempo.
Maria Montessori nació el 31 de agosto de 1870 en Chiaravalle, Italia. Tenía doce años cuando sus padres se mudaron a Roma. Le ofrecen una buena educación con el objetivo de que se convierta en maestra. Sin embargo, María no lo escucha de esa manera y, en contra del consejo de su padre, se matricula en la facultad de medicina. A la edad de 26 años en 1896, se convirtió así en la primera doctora en Italia.
Su trabajo lo lleva a trabajar con niños con retraso mental internados en establecimientos psiquiátricos. Preguntándose por el destino de estos niños abandonados y observándolos, Maria Montessori desarrolla gradualmente su pedagogía. Se las arregla para enseñarles a leer y escribir, algunos incluso aprueban diplomas. Luego aplica su método a niños sin trastornos. Su primera “Casa de los niños”, una escuela para niños de barrios desfavorecidos de Roma, abrió en 1908.
Maria Montessori viaja por el mundo, dando conferencias y capacita a muchos estudiantes en su pedagogía.
Creó su fundación, la Association Montessori Internationale (AMI), en 1929.
Se estableció por un tiempo en la India, luego regresó a Europa donde murió en Holanda en 1952, a la edad de 82 años.
A lo largo de su vida ha publicado numerosos libros sobre la Pedagogía Montessori los principios fundamentales.
(El niño, La mente absorbente del niño y El manual práctico del método Montessori)
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La pedagogía Montessori es más que un método de educación.
(es una filosofía de vida que aporta otra perspectiva sobre el niño.)
¿Su objetivo? El desarrollo del niño.
Puede parecer bastante trivial, pero donde destaca este enfoque pedagógico es en la forma de acercarse al niño.
Mientras que la pedagogía “clásica” tiende a educar al niño llenándolo de conocimientos y guiando sus acciones y aprendizajes, la filosofía Montessori se basa en un principio muy diferente:
El niño está en el centro de su aprendizaje.
Desde su nacimiento, se le considera un individuo de pleno derecho, ya capaz de muchas cosas, porque tiene todas las claves del éxito dentro de él.
Según María Montessori, la educación consiste en acompañar el desarrollo natural del niño, en apoyarlo para que pueda desplegar todas las fuerzas que ya tiene en él. Sugiere que consideremos al niño como un todo, teniendo en cuenta su desarrollo psíquico, así como su intelectual.
La educación es un proceso natural que realiza el niño. Este proceso no se adquiere escuchando un discurso sino por experiencias con su entorno. – María Montessori
Otro punto esencial de este planteamiento educativo es que abandona cualquier sistema de puntuación que juzgue al niño en favor de un aprendizaje armónico, respetando el ritmo de cada uno.
Pero al final, ¿qué le aporta todo esto al niño?
Es especialmente en el nivel psíquico donde se siente la diferencia. Al desarrollar su autoestima , su confianza en sí mismo , su concentración , su autonomía , su deseo y su placer de aprender , el niño tiene todas las cartas en la mano para florecer y explorar plenamente su potencial.
Y en la práctica, la pedagogía Montessori, ¿Qué aporta?
Respeto al ritmo de todos.
Concéntrese en las necesidades específicas de cada niño y respete su ritmo. Estos son dos principios básicos.
Los más pequeños son muy curiosos por naturaleza. ¡También podrías usarlo! Al promover esta sed de descubrimiento, la pedagogía Montessori aboga por la libre elección de actividades.
Desde una edad temprana, se invita a los niños a desarrollar enfoques de aprendizaje personal a partir del material específico que se les pone a su disposición. ¡Es él quien decide! Aprende así a elegir y tomar iniciativas. Este concepto influye en gran medida en su desarrollo posterior y habilidades de aprendizaje.
Ayúdame a hacerlo solo. – María Montessori
El desarrollo de la inteligencia en lugar de los automatismos
Para apropiarse de los conceptos abstractos, el niño debe pasar por una fase de manipulación y vivencia, de forma tangible y concreta, con sus cinco sentidos. El uso de material muy específico permite que el niño experimente para comprender mejor.
Para cada una de sus pruebas, que repite tantas veces como desee, el niño tiene la oportunidad de corregirse. Luego puede usar su conocimiento y aplicarlo.
El papel del educador Montessori.
En primer lugar en la pedagogía Montessori, en su opinión, ¿cuál es el papel principal del educador?
Es observación . Sí, la observación es el elemento clave a la hora de aplicar este enfoque educativo. Puede parecer un poco demasiado simple, pero es muy importante y, en realidad, no es fácil de aplicar.
Intente uno o dos días para permitir que su hijo inicie todas sus actividades y no interfiera. De hecho, los adultos no somos observadores espontáneos. En lugar de observar al niño sin juzgar, muchas veces nos sentimos tentados a proponer nuestra idea, a intervenir, a corregir, a mostrar cómo es “necesario” hacer las cosas correctamente.
Pero al dejar que el niño explore por su cuenta, le damos la oportunidad de encontrar soluciones por sí mismo. Al observarlo durante sus fases de experimentación, los adultos podrán así comprender la especificidad de cada individuo, sus necesidades e identificar dónde se encuentran en su desarrollo.
La verdadera educación se basa en este principio: se trata ante todo de descubrir al niño y lograr su liberación – Maria Montessori (El Niño)
De hecho, el educador Montessori no impone una actividad específica al niño.
Su mision es:
- Facilitar la iniciativa de cada niño, su capacidad para tomar una decisión.
- Fomentar la autonomía preparando el entorno, que está diseñado para favorecer el aprendizaje.
Comienza explicando a cada niño, individualmente, cómo se utilizarán los materiales didácticos. Luego deja que su curiosidad natural haga el resto, a su propio ritmo.
El educador no juzga al niño en función de su desempeño, sino que lo guía observándolo objetivamente, en una actitud pasiva pero benevolente. Permanece disponible cuando necesita ayuda. Cada material utilizado se adapta a este concepto, con el principio de autocorrección.
Y si hay un conflicto, ¿cómo maneja el educador la situación?
Entonces, obviamente, eso puede suceder. Un niño, educado de acuerdo con el principio Montessori o no, sigue siendo un niño. A veces puede comportarse como inmaduro (ya que su cerebro todavía lo es). Una vez más, la diferencia estará en el comportamiento del educador.
El educador es una verdadera guía para los niños. Cuando hay un conflicto dentro del grupo, es la discusión la que será privilegiada en ausencia de castigo. De hecho, en un entorno Montessori, el adulto no juzga al niño por sus acciones. Lo invitará a pensar en su comportamiento y cómo afecta a los demás, así como en las cosas que lo rodean. De esta manera, transmite a los niños uno de los valores fundamentales de Montessori: el respeto a los demás y al medio ambiente.
Pedagogía Montessori: 5 conceptos clave que se explican fácilmente
La mente absorbente del niño.
1- Sabías ? El niño, antes de los 6 años, tiene esta capacidad de aprender sin esfuerzo, en cuanto se desarrolla en un entorno favorable. Esto es lo que Maria Montessori llama “ la mente absorbente ”, concepto fundamental de su pedagogía.
De hecho, probablemente conozca este principio sin siquiera prestarle atención. ¿Cuántas veces has escuchado o usado esta expresión: «los niños son como esponjas»? Oye, sí, de eso se trata.
El niño absorbe toda la información que le rodea, de forma continua y sin distinciones. Así, aprende inconscientemente y con una facilidad desconcertante. Lo cual ya no es el caso de un adulto, ¿no es así?
El ejemplo más destacado es el aprendizaje de idiomas. Cuando reflexionamos, el niño adquiere su lengua materna de forma natural, sin un aprendizaje formal. Y si su entorno lo permite (los padres no hablan el mismo idioma, el idioma de la escuela diferente al de la casa), incluso es capaz de aprender dos, o incluso tres.
Siendo fundamental esta etapa de la vida según Maria Montessori, lo mejor es preparar el ambiente del niño para que le ayude a construirse plenamente. Esto debe permitirle elegir libremente sus actividades, ser autónomo y respetar su propio ritmo.
Curioso por todo, capaz de una concentración extraordinaria y listo para absorberlo todo, como las esponjas absorben el agua. – Maria Montessori (La mente absorbente)
Períodos sensibles.
2- Maria Montessori observó que los niños atraviesan diferentes fases de curiosidades intelectuales y de desarrollo desde los primeros meses de su vida hasta los seis años. Ella los llamó los «períodos sensibles» durante los cuales se sienten intrigados y absorbidos por aspectos particulares de su entorno.
Estos podrían compararse con un faro que se ilumina desde adentro, o una corriente eléctrica que produce fenómenos activos. – Maria Montessori (El niño)
Es muy importante comprender este proceso porque cada uno de estos períodos sensibles representa «la ocasión de una conquista natural» (Montessori – L’Enfant), un momento propicio para un campo particular de aprendizaje (lengua, movimiento, etc.) Un niño es empujado por una fuerza interior y puede adquirir nuevas habilidades con entusiasmo, facilidad y, a veces, sin un aprendizaje formal.
Por ejemplo, como se mencionó anteriormente, antes de los seis años (y particularmente antes de los 3), un niño aprende idiomas con una facilidad que ya no es posible en la edad adulta, porque está en el período sensible del lenguaje.
Principales períodos sensibles.
Estos son los principales períodos sensibles mencionados en el enfoque Montessori. La edad se da como una guía, porque inevitablemente el comienzo y el final de cada período sensible diferirán ligeramente de un niño a otro. Los adultos deben observar detenidamente estos momentos clave para satisfacer las necesidades específicas de cada niño.
- el período sensible del lenguaje (desde el nacimiento hasta los 6 años)
- el período sensible de coordinación de movimientos (desde el nacimiento hasta los 4 años)
- el período sensible de la orden (desde el nacimiento hasta los 6 años, acentuado desde los 2 años)
- el período sensible del refinamiento de los sentidos (más o menos entre 18 meses y 5 años)
- el período sensible de desarrollo social (más o menos entre 2,5 años y 6 años)
- el período sensible de los objetos pequeños (de 1 a 4 años)
- el período sensible de las cifras (de 4 a 6 años)
- el período sensible de la escritura (de 3 a 4 años)
- el período sensible de lectura (de 3 a 5 años)
La importancia del movimiento y la mano del niño.
3- Mucho antes del surgimiento de la neurociencia (que solo confirmó lo que había observado Maria Montessori), tuvo la intuición de que los niños aprenden a través de todos sus sentidos y en particular a través del movimiento y el tacto.
Maria Montessori observó que el verdadero motor de la inteligencia es el movimiento de la mano: las manos de los niños son verdaderas herramientas de exploración. Para comprender e integrar conceptos abstractos, debe pasar por una fase de tacto y manipulación.
Montessori anima encarecidamente a los educadores y padres a preparar el entorno del niño para que no tengamos que decir “¡Manos fuera! «. Prohibir a sus manitas explorar el mundo equivale a obstaculizar su curiosidad y, por tanto, su desarrollo intelectual y psíquico.
De manera similar, Montessori reconoció que un niño en crecimiento necesita moverse: el movimiento les permite memorizar ciertos conceptos con mayor facilidad.
Por estas razones, en las clases Montessori, los niños no están obligados a ser clavados a su silla, sino que tienen total libertad para moverse y manipular el material que se les pone a su disposición.
El método Montessori ha abolido el banco, porque el niño no debe quedarse quieto escuchando las lecciones que le da el maestro. – Maria Montessori (El manual práctico del método Montessori)
El entorno preparado.
4- Un entorno Montessori está pensado y organizado de manera reflexiva. En este espacio preparado, el niño puede moverse libremente; desarrolla así la curiosidad natural y sus habilidades motoras en el momento adecuado, con total seguridad. Su hijo podrá prosperar allí con la máxima independencia. También es una gran oportunidad para desarrollar su concentración.
Al organizar su entorno para que se adapte a las diferentes etapas de desarrollo de nuestro niño, podemos ofrecerle un entorno rico de experiencias que le permita estar activo y tomar conciencia de su potencial. Así, el ambiente es tranquilizador, sencillo y ordenado. En cuanto al mobiliario, se adapta al tamaño del niño para que pueda utilizarlo de forma independiente y elegir sus actividades, ropa, etc.
Es bueno saberlo: para evitar la sobreestimulación, elija un color claro para las paredes de la habitación de su hijo y tenga cuidado de no tener demasiados juguetes o decoraciones innecesarias.
Aquí hay una lista pequeña y muy práctica de arreglos simples para hacer en casa:
- un escritorio pequeño y una silla pequeña, adaptados al tamaño del niño;
- estantes con solo algunos juguetes o ropa, dispuestos de manera ordenada;
- pocos juguetes, pero relevantes, que renovamos regularmente;
- una cama sin barrotes en la que el niño pueda entrar y salir por sí solo (si se duerme, puede preparar este tipo de cama para las siestas o una vez transcurrido el tiempo de descanso en la habitación de los padres);
- un espejo fijado a la pared para que el niño pueda observarse a sí mismo y sus movimientos;
Educación para la paz:
5- La primera misión de Maria Montessori fue sobre todo educar para la paz. Según esta eminente mujer, el niño es potencialmente bueno. Solo tienes que respetarlo para que siga siendo así.
Considerar a un niño es también invitarlo a respetar a los demás y así prepararlo para una vida social armoniosa.
María estaba convencida de una cosa: un niño que satisface su curiosidad intelectual y manual encuentra una paz interior conducente a la paz con los demás. Juguetes para la inclusión social Montessori. La inclusión social de María Montessori
Lo que podemos recordar:
Como puede ver, la pedagogía Montessori se basa en:
- La observación del niño.
- Tener en cuenta los períodos sensibles: un momento privilegiado para que su hijo pueda responder a su curiosidad natural.
- El papel del educador Montessori: una guía real en un entorno preparado donde el niño es libre de tomar sus propias decisiones.
- Desarrollar la autonomía de los niños para que puedan convertirse en adultos responsables y respetuosos.
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